Reconocer las emociones

IMG_20170805_233903_775Que te pase algo y te duela la cabeza, que te digan algo y se te suban los colores, que oigas algo y se te acelere el corazón, que veas algo y se te dibuje una sonrisa, que leas algo y te caiga una lágrima, que camines por una calle y te quedes pálida, que te cuenten una anécdota y llores de risa…

Reconocer las emociones, fue, es y será una de las cosas que más prácticas me han parecido de lo que llevo andado entre las enseñanzas de la inteligencia emocional. Sirven para que seamos conscientes de qué está ocurriendo, nos dan información preciosa para saber de dónde viene la emoción, si es saludable, y saber qué queremos hacer con ello. Es más rápido de lo que parece, y sienta bien.

Cuando a eso se le añade un par de vueltas de nuestra cabeza es donde podemos ver de frente dónde esta nuestro potencial trabajo de crecimiento personal. Puede que lo estés viendo de reojo, sin embargo, ahí está. Como dice Rozalén en su canción Girasoles, “Todo lo que no atendí vuelve siempre a resurgir”

Dejo esta metáfora que resume algunos los campos para el crecimiento, la envidia, tomada de aquí:

“Una luciérnaga descansaba tranquilamente al borde de una hoja cuando escuchó un extraño ruido a sus espaldas y al darse la vuelta alertada, se encontró cara a cara con una amenazadora serpiente preparada para atacar. La luciérnaga esquivó hábilmente el ataqué y voló, pero sorprendentemente la serpiente, en vez de ir a por una presa acorde a su cadena alimenticia, empezó a perseguirla agresivamente. La persiguió durante horas hasta que, visiblemente agotada, la serpiente paró. Igualmente exhausta, la luciérnaga también paró a descansar asegurándose antes de que la hoja elegida estaba a una altura inalcanzable para la serpiente. Con sumo cuidado se acerco al borde y movida por la curiosidad, por la necesidad de saber, preguntó:

– ¿Sueles comer insectos o es que tienes demasiada hambre?

La serpiente la miró con desprecio y siseó:

–Ninguna de lassss dossss…

-¿Entonces, es que te sientes amenazada por mí?

-¡Esssso essss ridículo! – escupió las serpiente burlona.

-¿¡Entonces por qué!?

-¡¡¡Essss que no ssssoporto verte brillar!!!” 

Yo decido, aquí y ahora.

Buen domingo de Agosto 🙂

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